Es un panfleto inútil, incompetente y absurdo,
donde cabe cualquier idiotez
pero con fines didácticos y moralizantes.
Se trata de combatir al enemigo (La Estupidez Reinante)
con sus propias armas,
mientras practicamos la ironía, la duda,
el razonamiento, el discernimiento y la imparcialidad,
dentro del equilibrio más frenético.